Languedoc tiene sabor. Cuenta con gran diversidad de productos típicos extraordinarios: pescados y mariscos de arena, frutos frescos y aromáticos, uva y vino moscatel. Esta es una gran ocasión para descubrir productos que componen, en conjunto, una comida completa de sabores únicos.
Los sabores estivales
En verano, todos los destinos de Languedoc embelesan los sentidos
y despiertan el gusto por la buena mesa.
La tielle de Sète
La tielle, todo un monumento de la gastronomía típica de Sète, es una herencia culinaria de la cocina italiana importada por los inmigrantes italianos de la costa amalfitana en el siglo XVIII. La receta es sencilla: una empanada rellena de calamares y pulpo cortado y guisado en una salsa de tomate ligeramente sazonada. Es el tentempié que se toma en Sète a media mañana, como aperitivo regado con un Picpoul de Pinet blanco, o de primer plato con una ensalada en la comida dominical. Las tielleries venden por toda la ciudad trozos pequeños y grandes
a cualquier hora del día.
Pâté de Pézenas
El pâté de Pézenas es un volován, modelado en forma de bobina, relleno de una carne de cordero endulzada con azúcar moreno. Se sirve caliente como primer plato o postre. Esta receta original, que data del siglo XVIII, se atribuye al cocinero indio de Lord Robert Clive, que recibía muchas visitas en su château,
cerca de Pézenas.
Moscatel de Frontignan
Frontignan es una comarca conocida por su moscatel dulce desde la época romana. Este vino, que surge de una cepa única de moscatel típica de Frontignan, de uva fina, se reconoce por su color dorado y su aroma de fruto blanco jugoso. Se bebe fresco a 12°. Es un vino dulce ideal como aperitivo y para acompañar el foie-gras, los quesos azules y los postres de chocolate negro o de frutos secos. Al envejecer, este moscatel adquiere notas de miel y alajú (oporto añejo). Es un producto que se conserva bien, ¡podría comprarlo hoy y abrirlo en la boda de sus bisnietos! El tercer domingo de julio se rinde homenaje a este vino en el Festival del Moscatel de Frontignan. En Lunel y en la comarca de Minervois, en Saint-Jean-de-Minervois,
existen otros productos de calidad.
Melón y otras frutas
Albaricoques, melocotones, nectarinas, sandías... En la temporada de calor,
nada mejor que los frutos frescos y aromáticos. El melón, cultivado en Mauguio y en todo Languedoc,
es una de las delicias del verano por su delicado aroma.
Cèbe de Lézignan
La cèbe es una cebolla dulce como el pan. Esta cebolla plana típica de Lézignan-la-Cèbe, de color amarillo claro, es muy apreciada principalmente por su dulzor. Se puede preparar en crudo en ensalada, guisada en tartas o tortillas, y también rellena. Se cosecha desde el principio del verano y se vende en los mercados hasta septiembre.
Atún rojo y sardina
El atún rojo del Mediterráneo es muy apreciado por los gourmets más exigentes. Su cuota de pesca está restringida. Tiene que estar recién pescado para que permanezca crudo en el centro al cocinarlo a la brasa. Por su parte, la pesca de la sardina —ese exquisito pescado de vientre plateado—, ya era común en la antigüedad. Por un precio muy asequible, está deliciosa a la brasa, en la barbacoa o asada con leña de sarmientos.
Aviso legal: la ingesta excesiva de alcohol es peligrosa para la salud. Consúmalo con moderación.
Libro
en línea !
Consulteaquí la disponibilidad de los alojamientos del Hérault y reserve su estancia en línea
